«Grieta informática»: los seis fraudes que demuestran la inseguridad de los servicios tecnológicos
n aumento desmedido de los virus de ransomware, un tipo de programa dañino que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema informático infectado y pide un rescate a cambio de quitar esta restricción, resultó en 160.000 ciberataques en 2017.
Sin embargo, el dato más inquietante es que el 93% de las brechas que posibilitaron esos “secuestros virtuales” podrían haberse evitado.
Así lo demuestran los seis intentos de fraude cometidos el año pasado y que pusieron en riesgo los datos privados de millones de usuarios en todo el planeta.
La Online Trust Alliance (OTA), una iniciativa de Internet Society con la misión de mejorar la confianza en línea, reveló en enero su Informe de tendencias de incidentes cibernéticos y brechas.
El análisis anual de la OTA halló que los incidentes cibernéticos que afectaron a negocios se duplicaron a lo largo del último año, de 82.000 en 2016 a 159.700 en 2017.
Ya que la mayoría de los incidentes cibernéticos nunca son reportados, la OTA cree que su número real en 2017 fácilmente podría exceder los 350.000
En el informe, la organización analiza violaciones de datos, ransomware que ataca negocios, correo electrónico de negocios comprometido, ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS por sus siglas en inglés) y la toma de control de infraestructura fundamental y sistemas físicos a lo largo del año.
Esto resalta las preocupaciones de Internet Society sobre cómo las violaciones de datos a gran escala, las incertidumbres respecto al uso de los datos, el cibercrimen y otras amenazas en línea están impactando la confianza en Internet de los usuarios.
«Para la sorpresa de nadie, el 2017 fue otro ‘peor año’ en cuanto a violaciones de datos e incidentes cibernéticos en todo el mundo», dijo Jeff Wilbur, director de la iniciativa OTA en Internet Society, en un informe que la organización envió a iProfesional.
«El gran incremento de ciberataques de este año puede atribuirse a el increíble aumento de instancias de ransomware y a los osados nuevos métodos de los criminales que emplean este tipo de ataque», estimó Wilbur.
La OTA halló que en 2017 hubo 134.000 ataques de ransomware a negocios, casi duplicando la cantidad de 2016. A mediados de 2017 surgió otro tipo de ataque de ransomware: el ataque de ransom de denegación de servicios.
En este tipo de ataque, criminales envían un correo electrónico a dueños de dominios amenazando con un ataque DDoS que hará inoperable su sitio web a menos que se pague un rescate (generalmente vía Bitcoin).
La OTA recomienda planificar proactivamente para gestión de crisis, especialistas forenses y el cumplimiento de la ley, y sugiere que las organizaciones estén preparadas estableciendo una cartera Bitcoin por si fuera necesario un pago de rescate para algún incidente dado.
La compañía de seguridad informática Easy Solutions señaló ante iProfesional los seis mayores fraudes de 2017; y detalló cómo estos episodios cambiaron el entorno del fraude y dejaron efectos duraderos en las organizaciones y en su perspectiva acerca de la seguridad para los próximos años.
Gmail
En mayo de 2017, los usuarios del servicio de correo electrónico de Google recibieron mensajes aparentemente provenientes de contactos reales en los cuales se les pedía abrir un archivo de Google Docs.
A aquellos que cayeron en la trampa se les solicitaba otorgar permisos a la aplicación Google Docs. La aplicación en realidad era falsa y era usada para acceder a los contactos de los usuarios y así enviar más mensajes que siguieran propagando el ataque.
Aunque la intención no era robar dinero, credenciales de acceso u otra información fuera de las listas de contactos, el ataque demostró lo poderosa que puede ser la ingeniería social para manipular a los usuarios y lograr que hagan todo lo que el atacante desee.
WannaCry
También en mayo del año pasado, el mundo sufrió el lanzamiento de un masivo ataque de ransomware, infectando los dispositivos de más de 250.000 víctimas en 150 países.
El ataque explotó una vulnerabilidad de seguridad en sistemas Windows. Una vez infectado, los archivos de una computadora eran cifrados. Los equipos afectados mostraban un mensaje pidiendo un rescate, que debía ser pagado en Bitcoin, a cambio de que los archivos fueran liberados.
El increíble alcance e impacto de WannaCry causaron pánico mundial. Este ataque fue precedido por muchos otros esquemas de ransomware a menor escala que continúan generando riesgos a la fecha.
NotPetya
En junio de 2017, una vertiente de ransomware llamada “NotPetya”, llamada así por sus similitudes con el ransomware “Petya”, golpeó a Europa, EE.UU. y Ucrania, causando interrupciones a un número de organizaciones que iban desde agencias de publicidad hasta compañías de salud.
NotPetya, como la mayoría de los ataques de ransomware, exigía un pago en Bitcoin a cambio de descifrar los archivos. Sin embargo, se sospechaba que el ataque era el trabajo de principiantes debido a su código y demandas.
Los investigadores sospecharon que el objetivo de NotPetya no era lucrativo sino disruptivo, con indicios que llevaron a pensar que el ataque estaba motivado políticamente y buscaba causar caos en la infraestructura IT de Ucrania.
Trickbot
En agosto, un troyano bancario ya existente expandió sus objetivos, llegando a más de 12 nuevos países, incluyendo EE.UU. y países de América latina.
Entre los blancos se encontraban URL de casi todos los grandes bancos de estos países, lo cual puso a un gran número de bancos y usuarios en riesgo de que su información sensible fuera robada. Actualizaciones diarias al código incrementaron el potencial del malware para causar daño.
Equifax
La brecha de datos de Equifax divulgada en septiembre de 2017 fue el incidente de fraude más impactante del año. Más de 145 millones de ciudadanos estadounidenses, así como algunos de Canadá y el Reino Unido, sufrieron el robo de sus números de seguridad social, fechas de nacimiento, direcciones de residencia y otros datos de carácter personal durante el ataque.
A diferencia de otras brechas, los datos comprometidos de Equifax podrían usarse potencialmente para robar la identidad de las víctimas.
Uber
En noviembre de 2017, el gigante de servicios de transportes compartidos reconoció que fue víctima de una brecha de datos en octubre de 2016.
Para empeorar las cosas, la compañía admitió haberles pagado a los hackers para que mantuvieran el cibercrimen en secreto. Los hackers lograron tener acceso a sistemas críticos de la empresa, cuya única línea de defensa era la combinación de contraseña/nombre de usuario.
Esta brecha demuestra que, incluso con la enorme oferta de opciones de seguridad fuerte en el mercado, aún hay compañías que no protegen sus datos sensibles y, a su vez, no cumplen la misión de proteger a sus clientes y así mismas.
Parches
Como en años anteriores, la OTA halló que la mayoría de las brechas podrían haberse prevenido fácilmente. Se calcula que, en 2017, el 93% de todas las brechas podrían haberse evitado si se hubiesen tomado simples pasos, cómo la actualización periódica de software, el bloqueo de correos electrónicos falsos empleando autenticación de correo electrónico y el entrenamiento de las personas para que reconozcan ataques de phishing.
De las brechas reportadas en 2017, la OTA encontró que:
* El 52% fueron el resultado de hackeo.
* El 15% se debió a falta de software de seguridad adecuado.
* El 11% fue por el robo físico de información de tarjetas de crédito.
* El 11% se debió a falta de controles internos que previnieran las acciones negligentes o maliciosas de los empleados.
* El 8% fue debido a ataques de phishing.
«Las revisiones o parches periódicos siempre han sido una práctica recomendada e ignorarlos es la causa conocida de muchas brechas, pero esto recibió atención especial en 2017 debido a la brecha de Equifax», dijo Wilbur.
«En 2018 esperamos que los parches jueguen un papel aún más importante debido a las recientemente descubiertas debilidades Spectre y Meltdown, donde se descubrió que casi todos los chips de computadorafabricados en los últimos 20 años contienen fallas fundamentales de seguridad», confió.