Anticipar y controlar los costos de la nube

Optimizar los costos en la nube continúa siendo una de las preocupaciones fundamentales de las empresas que migraron al entorno cloud.

En un estudio internacional se consultó a las compañías sobre los principales retos que se les presentaban para administrar sus infraestructuras en la nube, y el control de los costos (36%) tomó la delantera como el desafío fundamental.

Una estimación de la consultora Gartner indica que para 2025 el 51% del gasto empresarial en TI en segmentos clave del mercado se trasladará a la nube, en comparación con el 41% en 2022; y el 66% del gasto en software de aplicaciones se dirigirá a tecnologías de nube, frente al 58% actual. De allí que la gestión de costos adecuada, así como también la comprensión de cómo planificar el gasto en la nube, resulte cada vez más importante.

Hoy la tendencia es hacia el uso de nubes múltiples o de un esquema de nube híbrida (combinación de centro de datos y cloud) para optimizar varias cargas de trabajo.

Aunque es posible que algunas empresas manejen un modelo de proveedor de nube única, hoy la tendencia es hacia el uso de nubes múltiples o de un esquema de nube híbrida (combinación de centro de datos y cloud) para optimizar varias cargas de trabajo. Esto complejiza la gestión de los costos. Además, las empresas suelen tener varias cuentas en la nube que se ejecutan fuera del ámbito de TI, sobre las cuales no siempre tienen visibilidad, lo que genera riesgos de seguridad y gastos de TI “en la sombra”. Por ello es vital hacer un inventario completo de los gastos.

Facturas que se engrosan

Individualmente, ciertos servicios en la nube pueden parecer económicos, pero, al agregar más y más al negocio, se puede engrosar rápidamente la factura mensual. El entorno cloud ofrece la ventaja de que las capacidades se pueden abonar por el uso. Sin embargo, es necesario desarrollar prácticas de administración para evitar el desperdicio.

Cabe destacar que los servicios en la nube requieren una nueva forma de presupuestación, especialmente porque la mayoría se ofrecen por suscripción. Las licencias suelen concederse por usuario o por uso; por ello hay que tener una idea clara de la cantidad de empleados que necesitarán usar el servicio.

Los excesos en el presupuesto de la nube no tienen una causa única. Pueden deberse “a costos no gobernados, uso imprevisto, falta de previsión, desperdicios, sobre aprovisionamiento de los entornos de producción, errores en el diseño e implementación”, y más.

Los excesos en el presupuesto de la nube no tienen una causa única. Pueden deberse “a costos no gobernados, uso imprevisto, falta de previsión, desperdicios, sobre aprovisionamiento de los entornos de producción, errores en el diseño e implementación”, y más. Y no todo se resuelve con una herramienta de administración de costos en la nube. Hay que tener una estrategia y aplicar algunas mejores prácticas para el controlar el gasto. 

Estrategias para ahorrar

En primer lugar, la estrategia debe definir qué cargas de trabajo realmente deben migrarse a la nube, y cuáles no. Una vez resuelto esto, para  acomodar picos inesperados en la demanda o el crecimiento futuro es posible usar servicios de escalado automático: hoy existen herramientas que permiten monitorear las aplicaciones y ajustar automáticamente la capacidad para mantener un rendimiento constante y predecible al menor costo posible.

Si la empresa conoce la capacidad que precisará, o la puede anticiparla, es posible acceder a las instancias prepagas o reservadas de menor costo para uso conocido, que se suelen ofrecer con importantes descuentos.

Si la empresa conoce la capacidad que precisará, o la puede anticiparla, es posible acceder a las instancias prepagas o reservadas de menor costo para uso conocido, que se suelen ofrecer con importantes descuentos.

Y otra acción clave que permite obtener un ahorro sustancial es el apagado programado de aquellas instancias en la nube que no se utilizan.

Foco en el almacenamiento

El almacenamiento ineficiente de datos puede agregar grandes costos a largo plazo, con múltiples copias o archivos innecesarios ocupando un espacio valioso. Tener un plan pensado al momento de decidir qué archivos deben almacenarse en la nube y cuáles en un servidor local ayudará a administrar los costos. Tener en claro los requisitos de volumen de almacenamiento en la nube también ayudará a entender qué tipo de servicio conviene contratar.

Siguiendo con el almacenamiento, antes de trasladar los datos a la nube habrá que deduplicarlos. Esto limitará la cantidad de datos almacenados en la nube, reducirá el tráfico de red y disminuirá las ventanas de copia de seguridad y recuperación ante desastres.

Por último, si bien es posible administrar y optimizar el gasto integral en la nube internamente, algunas compañías pueden buscar un socio experto para garantizar la optimización.